El sentido del olfato es el más vinculado al vino, en un primer acercamiento, es el que nos aportará los matices iniciales a través de su aroma.

¿Conocemos el significado de este concepto? ¿Cuántos aromas puede tener un vino?

Gracias a sus matices aromáticos podemos obtener información sobre su variedad de uva, edad, producción…Pero no podemos confundir los términos aroma y olor:

• Aroma, es la fragancia que desprende el vino
• Olor, es la sensación que recibe nuestro sentido olfativo del producto

¿Qué le aporta el aroma al vino?

En primer lugar, la variedad de uva, en un segundo, los fenómenos químicos durante su fermentación, y, por último, las reacciones químicas y enzimáticas en la etapa de crianza, envejecimiento en barrica y su posterior maduración en botella.

El aroma del vino se clasifica en tres categorías:

• Primarios, aromas típicos de la cepa, y dependerá del lugar de cultivo y clima, son los aromas frutales y florales.
• Secundarios, derivan de la fermentación alcohólica del vino, marcados por el tipo de levadura empleada, son caramelizados, lácticos…
• Terciarios o “Bouquet”, adquiridos por el vino durante el proceso de crianza y maduración. Son balsámicos, madera, miel, tabaco…

El aroma es la personalidad de un vino, lo que lo distingue de los demás, aquel rasgo que lo hace diferente y único.